Cuando éramos niños esperábamos con ansias la llegada de la navidad. En los primeros días de diciembre ayudábamos a armar el pesebre y el árbol y poníamos luces y adornos. Nos deleitábamos con las delicias gastronómicas propias de la temporada. A medida que pasaban los días de la novena de aguinaldos, nos imaginábamos los regalos que el niño Dios nos iba a traer. Finalmente el veinticuatro, la familia se reunía y celebrábamos alegremente la conmemoración del nacimiento de nuestro Señor...... ¡que tiempos aquellos!
Desafortunadamente las cosas han cambiado mucho. El interés del comercio por incrementar sus ganancias a costa del espíritu navideño de las personas ha hecho que esta época del año sufra una "dilatación" en el tiempo. Esta situación se ha ido empeorando año tras año, pero este año se ha observado que esta situación no tiene límite. Cuando se creía que la fiesta de Halloween se mantendría como limite para la expansión de "la fiebre navideña", increíblemente vemos como en almacenes de cadena y grandes papelerías ya se están vendiendo árboles, adornos, Papás Noel robóticos y demás elementos relacionados con la navidad... y apenas es octubre.
Para la muestra un botón... Foto tomada el 30 de Septiembre de 2007
La navidad dejo de ser una época de gozo, ilusión y reencuentro familiar para convertirse en una simple excusa para dar rienda suelta al consumismo propio de nuestra sociedad capitalista. Adicionalmente, cuando llegan los días de la novena, las personas se encuentran cansadas y aburridas del bombardeo comercial y publicitario al que han sido sometidos por meses (o acaso no han escuchado estos días las propagandas en radio para que se adquiera desde ya la música de "Los L de Joselito"), con lo que se logra perder el verdadero sentido de la navidad.
Por ahora nos espera una de las épocas de navidad más largas de la historia con tres meses por delante...
